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EL NUEVO SEMINARIO

En el período más borroso de su atormentada historia, los años que vienen después de la guerra y en la ocupación soviética, la Eparquía de Mukachevo vivió una represión muy fuerte con el asesinato y la deportación de varios sacerdotes. Las iglesias y sus propiedades fueron confiscadas, y la mayor parte nunca fue restituida aún y después de la rehabilitación que llegó en el 1989.

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LA SITUACIÓN ACTUAL

Y aún en esta desolación y vacío material nació una esperanza fundada en la fe de miles de personas que se mantuvieron fieles también durante la clandestinidad, que hoy está dando tantos frutos. Se nota una necesidad muy grande de una nueva evangelización a un pueblo que sufrió el ateísmo práctico e ideológico, y es exactamente en este contexto en el cual surge el Seminario Eparquial Misionero “Redemptoris Mater” en Uzhgorod.

El proceso de formación en el seminario necesita un lugar adaptado y apropiado que pueda favorecer a la oración, estudio y recreación, que presta alimento y residencia a toda la comunidad del seminario.

Al no poseer ningún establecimiento adecuado, por ahora el seminario reside en el último piso de la residencia episcopal que se encuentra en Uzhgorod. Una situación que puede ser solo temporal.

EL TERRENO EN TSYHANIVTSI

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En noviembre del 2015 un benefactor ofreció al obispo Mons. Milan Šašik una pieza de terreno para disposición de las necesidades de la Eparquía. El terreno está en un pequeño pueblo llamado Tsyhanivtsi, en un valle verde apenas fuera de la ciudad y rodeado de bosques de árboles variados. El 11 de junio del 2017, en presencia de los obispos del lugar Mons. Milan y el Mons. Nil y con la especial participación del Arzobispo de Varsovia, Card. Kazimierz Nycz se bendijo el terreno y la primera piedra del nuevo edificio.

EL PROYECTO

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El Seminario que se edificará quiere cumplir los cánones de la nueva estética, fruto de una síntesis entre arquitectura y catequesis: deseamos construir no solo un edificio funcional, pero que pueda, a través de su belleza, hablar al corazón de todo el que viva ahí o que lo visite.

Una arquitectura que hable del amor de Dios hacia el hombre, llena de símbolos catequéticos, que recuerden la vocación a la santidad que hemos recibido en el bautismo.

Por eso los lugares principales, que tendrán mayor evidencia, serán el santuario de la Palabra y la Iglesia. Estos dos ambientes nos hablan de los pilares de la vida cristiana: el escuchar de la Palabra, lámpara para nuestros pasos, y la celebración cotidiana de la eucaristía vivida con calma y dignidad, sabiendo que sobre estos fundamentos se construye la comunidad y se destruyen las barreras entre los hermanos.

IMAGEN VISUAL DEL SEMINARIO
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